sábado, 30 de octubre de 2010

DISFEMIA: ORIENTACIONES PARA PADRES DE NIÑOS CON DISFLUENICIAS Y/O TARTAMUDEZ

ORIENTACIONES PARA PADRES DE NIÑOS PEQUEÑOS QUE TARTAMUDEAN.
Si tu hijo pequeño comienza a tener disfluencias en el habla repitiendo sílabas o simplemente bloqueándose, evita el corregirle cuando esté hablando.
Intentad que tanto vosotros, como sus abuelos, tíos y demás niños mayores y adultos que convivan con él critiquen, se burlen o castiguen al niño que habla con disfluencias.
No intentéis ayudarlo completando la palabra que no termina...o la frase que no concluye con sus repeticiones.
Darle todo el tiempo que necesite para hablar. Ofrecerle vuestra escucha sosegada.
No pongáis cara de susto ni mostréis ningún síntoma de alarma, aunque el tema os tenga algo preocupados.
Las disfluencias en el habla cuando el niño tiene entre dos y seis años son normales y propias del proceso evolutivo, pero, cualquier consecuencia de sus repeticiones y bloqueos en la actitud de los demás puede hacer que el problema se refuerce...es decir, cualquier burla de un compañero, cualquier regañina de un adulto por su forma de hablar, hará que el niño se preocupe, y anticipe pensamientos negativos sobre su forma de hablar. Los pensamientos negativos le pueden llevar al miedo, a acelerar el ritmo cardiaco cuando va a hablar, a secar la boca y tensar la laringe. Es en este momento cuando se producirá nuevamente un bloqueo asociado a la actividad de habla... Y el problema se ha convertido en psicológico. Es en este momento cuando al problema se le denomina “tartamudez”.

Para evitar que las disfluencias de tu hijo permanezcan en el tiempo y le acompañe más tiempo del debido, os aconsejo estimular y fomentar el clima de comunicación.
Sería bueno dedicar un rato diario a dialogar con él, a escucharle, mostrando interés por su vida en el colegio o la guardería, sobre sus amigos, sus juegos, sus sentimientos. También por sus sentimientos y miedos. Expresad asimismo los vuestros al niño.
Os aconsejo que compartáis algún juego con él, alguna actividad que le interese, algún paseo.
Intentar proporcionarle un hogar con un clima distendido que le de seguridad, donde las fuertes discusiones desaparezcan.

Ofrecerle un modelo de habla lentificado y en tono o volumen bajo, más bajo del que es utilizado habitualmente en nuestros hogares españoles. Está comprobado que al intentar hablar de forma lenta y cuchicheando los niños tartamudean con menos frecuencia.

Si tu hijo saca el tema, habla con él acerca del problema de una forma sincera pero también esperanzadora: es posible que lo supere si no anticipa que tendrá problemas cuando hable.
Hablar en público puede generarle más miedo. Esta actividad se puede entrenar. Prepara a tu hijo para hablar por teléfono, entrar en las tiendas y pedir él las cosas desde pequeño. Intentad que saluden a todos aquellos con los que os encontráis por muy tímido que sea.
• HABLARLE MÁS DESPACIO
• HABLAR CON FRASES SENCILLAS Y CORTAS
• NO INTERRUMPIRLE JAMÁS.
• HACER JUEGOS CON EL LENGUAJE: QUE SE DIVIERTA (VEO-VEO, PALABRAS ENCADENADAS, CONTRARIOS, ADIVINANZAS, RETAHÍLAS, POEMAS, REFRANES…)
• HACER GUARDAR LOS TURNOS CONVERSACIONALES A TODOS EN CASA: TODOS SON ESCUCHADOS, CADA UNO EN SU MOMENTO
• LEERLE CUENTOS, CONTARLE HISTORIAS, DESCRIBIR UNA FOTO: POCO A POCO ÉL SERÁ CAPAZ DE HACER LO MISMO. INVITADLE A QUE SE EXPRESE.
• INTERCAMBIAD EXPRESIÓN DE SENTIMIENTOS: QUÉ NOS FRUSTA, QUÉ NOS DA MIEDO, A QUIÉN AMAMOS, QUÉ SENTIMOS: INVITADLE A QUE ÉL SE ABRA.
• MIRAD A VUESTRO HIJO, SONREIDLE, ACARICIAD. MOSTRADLE QUE ESTÁIS ORGULLOSOS DE ÉL POR ENCIMA DE SU FORMA DE EXPRESARSE.
• PRESTAD ATENCIÓN A VUESTRO TONO DE VOZ Y VUESTRAS PALABRAS CUANDO ESTÉIS ENFADADOS. EVITAR PRESIONES.
• DEDICADLE UN TIEMPO ESPECIAL PARA LA COMUNICACIÓN
• EVITAD LAS COSAS QUE LE DAN MIEDO O LE RESTAN CONFIANZA: AGRAVARÁN SUS DISFLUENCIAS. TAMBIÉN LOS SENTIMIENTOS DE CULPABILIDAD, VERGÜENZA, FRUSTRACIÓN, RECHAZO O ANGUSTIA.

Os invito a leer “Si su hijo tartamudea: una guía para padres” de Malcom Fraser. Reproducido por la Unidad de Psicología y Salud del Instituto de Psicología de la Universidad Central de Venezuela.
Colgado en www.ttm-espana.com/archivo/sisuhijotartamudea.pdf
Clara Abad. Logopeda y maestra de Educación Infantil

3 comentarios:

May dijo...

yo me encuentro en esta situación,mi hija tiene 3 años , es muy nerviosa y tímida, le pasa justamente esto, se traba al inicio de la frase y no arranca, (pe-pe-pe-pe-pe-pe-pe-pero ....) ahora me lo quiere decir todo al oído porque así le sale mejor, cuando habla conmigo noto que es con quién más le cuesta y yo no le doy importancia, yo estudié educación especial y mas o menos sé cómo actuar y aunque tiene 3 años todavía, cuando le pasa siento frustración aunque no hago que se me note,lo paso bastante mal....espero se resuelva con el tiempo.gracias por su ayuda y sus consejos.Me voy a leer la guía que recomienda.

Clara Abad dijo...

Mgay, agradezco tu comentario. Una vez leida la guía, habla de ello a los familiares más cercanos y a los maestros de tu hija para que todos actuen en una misma dirección. Mucha suerte¡ Clara

Maite dijo...

Buenas.
Mi hijo tiene casi 4 años y va mucho mejor que el año pasado cuando le estuvieron viendo en el hospital Niño Jesús por disfluencias.
Me parece muy interesante la guía que has publicado y coincide en casi todo con las pautas que nos dieron en el hospital. Salvo una cosa que me parece fundamental corregir:
Cuando casi al final apuntas que hay que animar a los niños a que pidan las cosas en el supermercado y a que saluden a todo el mundo con el que se encuentren...
Anoto lo que a nosotros nos dijeron literalmente, una experta del Niño Jesús:
Las disfluencias son mayores en situaciones de estrés para el niño. En ningún caso hay que originar esas situaciones si podemos evitarlo. Los niños aprenden por mímesis y por lo tanto NUNCA hay que obligarles a hablar cuando no salga de ellos, pues eso les generaría estrés, que llevaría a las disfluencias.
Es preferible que vea como nosotros, los padres, saludamos cuando entramos en una tienda y nos despedimos al salir, y con el tiempo ellos asumirán esa actitud y la imitarán.
Pero nunca animarles ni obligarles a que saluden y mucho menos a que pidan ellos la comida en el super, a no ser que salga de ellos.

Un saludo y gracias


Mi cole